Juguetes


Me paso tardes enteras jugando con el tesoro que encontré hace poco en la basura. Un fonendoscopio. Me tiene embelesado. Sabía lo que era nada más verlo pero no tenia idea de cómo se llamaba. Instrumento medico de auscultación, Internet me dijo el resto. Lo había visto en cientos de ocasiones, siempre colgado en cuellos doctorados, el eterno cliché de la profesión. Desde que cayó en mis manos, la hipocondría no hace más que ganarle terreno al sosiego. Me ausculto a todas horas, y la menor memez es digna merecedora de un reconocimiento médico por mi parte. Si he subido unas escaleras, me ausculto. Si llevo media hora tirado en el sofá, me ausculto. Si he echado un polvo, me ausculto por que mentir también es motivo de auscultación. Mis nulos conocimientos sobre medicina no impiden que sea capaz de diagnosticarme enfermedades que posiblemente no existan. Del auto-diagnosis a la auto-medicación hay solo un paso que daré con gusto.

1 comentario:

  1. Se empieza por ahí, lo siguiente es un medidor de tensión y si ya caes en un aparato (no tengo ni idea su nombre) para conocer el valor de azucar en sangre, amigo, estás perdido.
    Si quieres jugar compra un puzzle de 1000 piezas.
    Feliz Navidad!
    Un beso

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