Oficios del subsuelo : El presidente

Si yo fuera presidente, lo sería porque habría conseguido una mayoría absoluta, y me habrían votado los anarquistas, los reyes, y hasta las mujeres de antes de 1908.
Ser presidente es ser el elegido de las masas, sentirse honorable y respetado siempre, aunque todo el mundo te conozca por un apodo. Besar a niños y abrazar ancianos, y rezar para que la campaña electoral no coincida con época de gripe. Gritar consignas demagógicas en los mítines, y voltear constantemente la cabeza, para asegurarte que la multitud realmente te esté aplaudiendo a ti. El presidente puede desplegar el ejercito con tan solo pulsar un botón, o bajándose la bragueta, lo que le parezca más apropiado según el contexto. También tiene una mesa de despacho de roble élfico, o de adamantium, si así lo quisiera, con un teléfono rojo para llamar a Batman. Ah, ser presidente, quién pudiera. Capitanear la nación a golpe de timón recién barnizado. Evitar los icebergs, o por lo menos, encargarte que la tripulación mire hacía otro lado antes de la colisión.