Contagiar o morir


Los artistas eternamente ofuscados (la mayoría), suelen refugiarse en ese tópico tan socialmente aceptado, en parte por culpa de los psicólogos, que consiste en decir "si no lo hiciera, reventaría". Con semejante excusa por bandera aprovechan la menor ocasión para soltar la primera mierda que les pasa por la cabeza con total impunidad.
Cuando alguien intenta transmitir algo, en realidad, lo que pretende no es transmitirlo, sino contagiarlo.

Algunas enfermedades incurables tienen el bondadoso detalle de proporcionar una pequeña satisfacción al enfermo. Este regalo no es más que la oportunidad de hacer enfermar a otros. Cioran no escribía para aliviar su carga, sino para joder a los demás. Y vaya si lo conseguía. Alguien místico por naturaleza (o por vicio) intenta captar gente afín para no sentirse tan imbécil. Alguien que se lava los dientes escuchando Eliot Smith intenta captar gente a fin de no suicidarse solo.

Crear "algo" es el acto mas déspota que se pueda concebir. Intentamos imponer nuestras máximas no con violencia sino con algo mucho peor, con la palabra arte. Si creyéramos que nuestras creaciones ,- y entendamos por creaciones desde pensamientos, actitudes a poemas o cuadros, pasando por posturas sexuales - fueran peores que las de los demás, no crearíamos, nos limitaríamos a emular. Nos creemos superiores y por eso escribimos, pintamos o follamos en compañía, para demostrar al mundo lo que nosotros ya sabemos con seguridad: nosotros osmos mejores que los demás.

Naturalmente, también existe la posibilidad de admirar a alguien. En ese supuesto, esta teoría del narcisismo máximo se iría a tomar viento. Sin embargo, si examinamos con atención a la gente que decidimos admirar siempre encontraremos un par de elementos comunes. Esas personas que nos hipnotizan, son mayores que nosotros y/o están muertas. Aceptamos que haya gente mejor que nosotros pero solo cuando les queda poco tiempo de lucimiento o ya son mero polvo. Al fin y al cabo la admiración son simples celos positivizados.

Poco importa si nuestras creaciones son buenas o no. Mucho menos importa si no tienen la menor coherencia, son mejores que las de los demás, ergo hay que hacerlas públicas. Si de verdad creyéramos que todo aquello de lo que presumimos lo hacemos peor que los demás, lo enterraríamos en lo más profundo de nuestro ser para que no vieran jamás la luz, igual que hacemos con los defectos de los que nos sentimos orgullosos.

Perdón por esto, pero si no lo soltaba, puedo asegurar que iba a reventar.

4 comentarios:

  1. Soltar es necesario, sobre todo cuando existe la posibilidad de reventar si no se hace.
    Las comparaciones son una mierda, cada uno que saque lo que quiera. Para qué pides disculpas? Qué coño! Soltar es un placer otra cosa es que te escuchen pero ahí ya no voy a entrar.

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  2. Acto reflejo. Cuando un yonki me ofrece un paquete de kleneex en un semaforo a cambio de un módico precio, tambien le pido perdón.

    Además, más vale pedir perdón que pedir permiso.

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  3. ¿Quién es el pavo real con la cola más ornamental y ostentosa? Esa es la idea.

    Ni somos tan listos como nos creemos, ni la evolución nos ha dotado tanto... al final somos simples animales incapaces de controlar sus instintos eternamente...

    Por ese motivo ya nada me sorprende...

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