Post coitum

Cuando termino, siempre me detengo unos instantes para admirarle el culo y la cara respectivamente. Después de hacerlo hay que deternerse para averiguar si el exterior hace justicia al contenido. La belleza esta en el interior, si ya, pero si no me hubiera atraído su aspecto jamás hubiera terminado en mi cama. No soy superficial, por lo menos no con nada que no me guste. A la cara le hago una mirada rápida, casi esquiva, ya se la he visto mil veces. Todas me parecen iguales. En el culo me detengo un buen rato, lo miro y lo vuelvo a mirar. Lo pellizco con cuidado, para no dejar marcas al quitarle la etiqueta con el precio y el codigo de barras. Le vuelvo a mirar la cara. Me quedo callado un rato ya que no tengo nada que decirle. Luego suspiro y vuelvo a dejar el libro en la mesilla, justo antes de apagar la luz.

2 comentarios:

  1. ¿Pero exprimes el objeto deseado?...
    ¿Consumas o no?.
    ¿Lo dejas ahi para que haga chulo?.
    ¿Lo que dejas en la mesilla es un jarrón?.

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