Las musas


Yo creía que las musas serían jamaicanas en pareo que susurran al oído argumentos de Bestseller. Brasileñas que dictan diálogos ingeniosos mientras bailan en top less. Pero no. Resulta que las musas son más bien un malestar febril y un ardor de estómago continuo. Resulta que la inspiración se asemeja más a una gripe intestinal que a una mulata embadurnada en aceite.

3 comentarios:

  1. Siempre me he imaginado a una musa vestida de blanco, buenas curvas, piel pálida... O.o

    ResponderEliminar
  2. Que buen post!
    Éxitos con el blog!

    Saludos!

    Fernando.
    marketing btl


    ResponderEliminar
  3. La inspiración da una sensación al cuerpo que se parece al hambre. Por eso a veces intento a comer menos. Es bueno escribir con un poco de hambre.
    Por eso también me he llegado a saltar sin darme cuenta las horas de comer. Te lo digo comiendo a las 16.52 de la tarde, el Currywurst del mediodía.

    ResponderEliminar